Según un informe reciente del Programa Somos Defensores, en el año 2011, 239 defensores de los derechos humanos fueron agredidos, de los cuales 49 fueron asesinados y 6 desaparecidos. Estas cifras representan un fuerte incremento con respecto a 2010 (32 defensores asesinados). Líderes indígenas, reclamantes de tierras y víctimas están entre los defensores(as) con mayor número de agresiones. Preocupa particularmente el resurgimiento de la desaparición forzada como forma de agresión. En los últimos días y semanas, la persecución y el hostigamiento han sido particularmente fuertes.
Frente a esta situación el gobierno Colombiano no ha ido tomando las medidas adecuadas. Tal como lo menciona el informe del International Service for Human Rights, las medidas no se han visto reflejadas en una mejora en la situación de las personas defensoras de los derechos humanos. Como lo recordó la OACNUDH recientemente, “esta protección debe ser concebida en un sentido integral, lo cual incluye mucho más que medidas físicas de protección. La protección integral requiere una respuesta coordinada por las diferentes entidades del Estado y que se investiguen las causas de las agresiones, se sancione a los responsables y se implementen las medidas estructurales para enfrentar estos ataques”
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